por las calles de la vida;
esa cara que me obliga
a mirarla de rodillas.
Sólo hay una, sólo hay una.
O tú, o ninguna
Esa voz que me aconseja
no creer en las sonrisas;
ese pelo que me cubre
como lluvia de caricias.
sólo hay una, sólo hay una.
O tú, o ninguna...
O tú, o ninguna.
No tengo salida,
pues detrás de ti,mi amor,
tan sólo hay bruma;
si no existieras
yo te inventaría;
como el Sol al día.
O tú, o ninguna.
Esa que de puro honesta
en el fondo te molesta;
esa que te admira tanto,
que te obliga a ser un santo.
Sólo hay una, sólo hay una.
O tú, o ninguna
de mis pasos cada día,
su mirada mi camino,
y su vida ya mi vida...
no tengo salida
pues detrás de ti,mi amor,
tan solo hay bruma.
Si no existieras
yo te inventaría
pues sin duda alguna
o tú...
o tú, o ninguna...
o tú, o ninguna...